martes, 31 de agosto de 2010

“La Barbie” y Cosas Peores

Imagen tomada de la página http://www.tribunalatina.com/

Pues resulta que el Gobierno Federal ha capturado a la Barbie (Edgar Valdez Villarreal), uno de los capos de más peso en cuanto a la delincuencia organizada en nuestro país y más allá. Me parece correcta esta estrategia de combate frontal al narcotráfico. ¡Nada con la legalización de las drogas! que nada resolverá.

En realidad, el comentario es acerca de una nota del Periódico La Jornada de hoy 31 de agosto de 2010, respecto al incremento de los trastornos alimentarios entre los adolescentes. Se calcula que afectan entre 0.3 hasta 3% de los adolescentes escolares, según el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos.

Estos trastornos, conocidos como anorexia, bulimia y trastorno por atracón, se asocian con hábitos compulsivos de alcoholismo y otras adicciones, y en casos severos llevan incluso al suicidio. Las complicaciones que se pueden encontrar por este tipo de trastornos son pérdida de cabello, detención del crecimiento, osteoporosis, problemas dentales, sangrado gastrointestinal, parálisis intestinal, alteraciones electrolíticas y deshidratación, baja del potasio, hiponatremia e incluso paro cardíaco y muerte.

Me sorprende la cantidad de páginas que existen para las chicas que quieran ser “princesas”, así como de las plagas llamadas “ana” y “mia” en la red. Incluso dan una serie de consejos de cómo lograrlo y engañar a los padres. Me alarma la poca atención que podemos darle a este aspecto de nuestra juventud, queriendo la mayor parte de las chicas ser unas barbies.

Damos mucha importancia al sobrepeso de los niños y adolescentes, y que bueno, pues la tiene, pero no perdamos de vista el lado opuesto de la conducta alimentaria. Seamos cuidadosos con la educación, orientación y por que no, vigilancia de nuestras hijas para que no sufran este trastorno psicológico, aunque tengamos que remar a contracorriente con la cultura y las figuras que nos venden los medios masivos de comunicación, a las cuales son tan vulnerables nuestras adolescentes y niñas.

Por salud es muy importante cuidarnos todos, pero existe una línea muy delgada entre el cuidado del sobrepeso y el trastorno alimentario. Muchas niñas son de complexión delgada natural. Incluso con ellas debemos estar alertas por cambios físicos y/o alimentarios.

Recuerdo con tristeza una fiesta a la cual fui invitado hace unos años: una muchachita con la que compartíamos la mesa no toco absolutamente nada de la comida e incluso la veía con gran desagrado cruzando los brazos. En aquel entonces no sabía lo que podía estar pasando por la mente de esa niña; es una tragedia. Abramos los ojos para con nuestros hijos (sobre todo las hijas en este caso) y ayudémosles a crecer en un sano amor propio, inculcándoles criterios maduros para con su aspecto físico y salud.

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